Vegetarian Love!

Tofu Boy llegó a mi vida porque yo lo busqué, mi error fué buscarlo en una época vulnerable de mi vida.

Por lo general nuestras noches se manifestaban entre Boo Café, La Belle Epoque, incluso una que otra reunión con sus amigos, porque el definitivamente me abrió no sólo su corazón, sino su entorno completo, a mi y a mi bienestar.

Noches de vino y par de patadas a una pipa... Noches compartiendo mi casa con mi mamá, noches tocando guitarra y cantando con su hermosa voz que aún añoro, noches de juegos de mesa, noches de pelis, noches de pasión, noches de niña fresa.

Tofu Boy se ocupo de mi de una manera tan linda, que aun recuerdo una vez que me engripe y se presentó en mi casa (bastante lejos de la suya), con un amigo para llevarme unas hamburguesas de soya ¿Qué clase de hombre hace eso?, cabe acotar que a las dos horas engripada y todo acababa los trapos en Maroma ¿Qué pensaría el?

Lo ví el día de su graduación intentando bailar reggeaton en contra de sus principios en la Ronería.

Pedíamos comida china y ¿qué tanto sería el cariño? que me tenía Tofu Boy, que mientras comía sus muy saludables vegetales con soya, estaba en la misma mesa incluso me miraba a los ojos y me sonreía mientras yo comía costillitas.

Recuerdo también un dibujo que aún no he enmarcado, donde hay un hada sobre un hongo rodeada de flores y mariquitas, incluso una abeja.

Recuerdo sus sueños donde me veía como una niña con un cabello tipo Rapunzel.

Recuerdo aquella noche en que legando de Boo Cafe nos estacionamos frente a su casa y escuchando Jamiroquai, hubo un estruendo y de lo próximo que me acuerdo es de él, preguntándome: ¿Estás bien? y sacandome del carro y ver un árbol inmenso atentando contra nuestras vidas (arbocidio se le podría llamar) sobre mi escoñetado corsa.

Recuerdo llegar a su casa con la boca morada por el vino tinto y un collarín por el impacto del árbol y que él me recibiera con los brazos abiertos sin ningún interes de aprovecharse de mi, al contrario se ocupó de hacerme cariños en el cabello y la espalda hasta que me dormi.

Lo recuerdo cantando Raíz, lo recuerdo cuando le conseguí una hernia en el ombligo, lo recuerdo en la clínica, lo recuerdo cuando le dije que mejor mal conocido que bueno por conocer, por miedo a una nueva relación.

Lo recuerdo mucho, pero es muy tarde.

Sólo le digo, aún conservo ese papelito que dice: Hoy yo no me voy, amanece y aqui estoy.