DESAHOGO

No te conozco pero siento que ya no hace falta, eres igual a lo que una vez me paso, aun recuerdo que ese dia llorando bajo la lluvia en una noche de septiembre juré que no me volvería a pasar.
No te conozco y siento que lo necesito para poder subir mi autoestima de mujer seductora, me gusta lucirme y sentir que tus ojos estan clavados en alguna parte de mi cuerpo mientras camino. Me excita como me hablas y las miradas que me haces de vez en cuando, pero vuelvo a recordar quién eres y me se disminuye el líbido que creaste.
Que por mucho que pasen los años mi corazon nunca olvida.
Te conozco hasta donde consideré necesario y me mostraste las dos caras de la moneda sin que te dieras cuenta, la sutil y sentimental contra la carnal y caprichosa ambición de un hombre.

Una noche, un momento, una palabra o un gesto no cambian, siempre significan lo mismo... (Hay otra persona) esa persona de la que alguna vez te enamoraste y fue lo suficientemente mujer como para darse su papel protagonico en tu vida, no como yo, diferente y cambiante cada vez que quiere; hoy soy agua y mañana aceite, hoy picante y mañana dulce, muy niña para ti o quizas muy madura, (eres chevere pero solo quiero contigo una noche, después de eso no se que pueda pasar porque HAY OTRA PERSONA)...
Como quien dice: Ponte a la cola.
Cuánto tiempo mas, quén de los dos desiste primero, o de los cuatro porque inconscientemente nuestras parejas estan involucradas en un juego en el que no compraron entrada.

Tengo miedo de enamorarme, si no es que ya es tarde, se me acelera el corazón cuando te veo o cuando recibo un mensaje tuyo. No quiero, negaré hasta el ultimo centímetro que quede dentro de mi cuando piense en ti, cubriré mi alma y mi corazón con un escudo para que con ellos no te puedas meter ni yo los involucre cuando me toques la piel.

Siempre va a ser lo mismo, distintos personajes en otro tiempo, lo unico que no cambia soy yo, siempre ahi y siempre la misma tonta esperando una reacción que me favorezca la cual nunca llega, hasta que me sienta lo suficientemente humillada como para despedirme y volver a llorar en la noche bajo la lluvia de otro dia cualquiera.

Gaby